DAN BROWN: DENUNCIANTE O PROPAGANDISTA
DEL “OPUS DEI”
-I-
1.- En estos días,
Dan Brown ha vuelto a ser noticia, urbi et orbi, con el lanzamiento de la versión cinematográfica de sus “ANGELES Y DEMONIOS”; precedido por su best seller “EL CODIGO DA VINCI”, que se malinterpretara una denuncia -¡LA DENUNCIA!- EN CONTRA DE LA SECTA DEL “OPUS DEI”.
1.1.- Todo un “acontecimiento” mediático y también “re-ligioso”, para quien supiera poco, muy poco, de la discretísima “Obra de Dios”. Concomitantemente, toda una frustración, decepción y hasta cierta sensación de incomprensible duplicidad, cuando no de pérfida defección por parte del novelista, para quienes conocieran mas y mejor de la “denunciada Secta”... pues distorsionó u ocultó sus peores y más peligrosas facetas...
¿Cuáles?¿A qué aludo?
Para exponerlas en términos lo más abstractos y genéricos posibles, sin desmedro de las concreciones con las que, luego, irán ejemplificado casos y circunstancias, digamos cuanto sigue:
- Las de esa peculiar adaptación del catolicismo, emprendida por José Ma. Escrivá hacia la década de los 30 del Siglo XX, en una especie de tardío “Protestantismo: Ética del capitalismo”; tanto en lo individual como comunitario, por parte de sus ascetas, acólitos, allegados... o simples “cretinos útiles”,
- con los que –en su retrógrada “Cruzada silenciosa“, con demasiado olor a corporativismo medieval y reminiscencias feudales, por la “santificación” en el trabajo que a cada uno tocara en suerte- también cuenta.
1.2.- Sería bueno, pues, que la ocasión de la nueva “premiere” de autor, sirviera al menos para reflexionar y hacer reflexionar, antes de que sea demasiado tarde, acerca de dónde estarían sus ángeles y de dónde vienen sus demonios... En pocas palabras, para cumplir el imperativo de todo ciudadano que se precie de serlo, del “atrévete a pensar”, antes que deba penar por sus tolerantes distracciones.
Si de algo debiera servir historiar el “Cambalache” del Siglo XX, que ha legado creencias en las cosas más disparatadas, acompañadas por paradójicos cuestionamientos a la razón y las ciencias, a pesar de demandar más y más avances tecnológicos, sería, precisamente, un renacimiento de humanismo congelado por la perversa dialéctica de la Reforma y Contra-reforma: dialéctica que hallara en calvinistas y jesuitas, sus máximos exponentes.
2.- Coincidentemente,
en Uruguay se llevarán a cabo unas “JORNADAS ACADÉMICAS –EN HOMENAJE AL PROF. DR. MARIANO BRITO”, el socio más antiguo del OPUS DEI uruguayo, primero en ocupar altos cargos dentro del Gobierno, Rector emérito y fundador de la UNIVERSIDAD DE MONTEVIDEO... con los auspicios del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, la Fundación Konrad Adenauer y, por supuesto, por su UNIVERSIDAD DE MONTEVIDEO del OPUS DEI 1.
-II-
3.- Siento el imperativo de no pasar por alto, ante tales acontecimientos, algunas vivencias personales, para que “quien pueda comprender, que comprenda”.
Entre otras, un comentario que –referido precisamente a aquel DAN BROWN- hiciera el jurista homenajeado en Montevideo; tío y padrino de quien escribe, con quien por décadas, tuviéramos un trato afectivo muy intenso, cual si yo fuera “el hijo que Dios no le diera”, correspondiéndole con creces y más, muchísimo más que cualquier buen hijo. Es una pena que no lo hubiere tenido, pues –aunque quisiera hacerse una vaga idea al respecto- jamás podrá asumirla en plenitud. Un padre da en vez de utilizar a sus hijos. Sabría que no son suyos, ni instrumentos o medios para lo que se crea la mayor gloria de Dios o de lo que sea... sino hijos de la Vida, nacidos para La Libertad. El Prof. Dr. Mariano R. Brito, “Todo un referente” para no pocos uruguayos (como oyera alegar a una Jueza de Familia, a modo de elogio hacia mí persona
2; es uno de los hombres públicos más notorios del mundo, de la modestísima “OBRA DE DIOS”
3 como la llamara el astuto jurista Dr. José María Escrivá de Balaguer y Alvás. Como su “paternidad” putativa terminó en el suicidio de su otro sobrino, único sobrino sanguíneo, único hermano del dicente, y por poco, muy poco, también termina conmigo, solo puedo computarle como atenuante, el haber optado por seguir “el ejemplo” de aquel otro colega, a quien tanto gustara hacerse llamar “El Padre” por ser inventor del “OPUS DEI”.
3.1.- La U.M. es otra de las muchas y muy costosas “obras corporativas” de “LA OBRA” (controladas por ésta... aunque sin ostentar ningún “derecho” a nombre suyo, sino de una u otra “Asociación civil” de las tantas entre las que se reparten partes de sus activos
[i]). Uso y abuso de las sociedades y asociaciones civiles que, en realidad, si se descorriera “el velo de la personería jurídica”, no pocas veces se descubriría lo que todos saben: que despliegan importantes actividades empresariales, marcadamente mercantiles, en un entramado económico-financiero con grandes bancos, corporaciones multinacionales y los más poderosos grupos o conjuntos económicos nacionales.
Muy lucrativas y harto seguras empresas... para colocaciones e inversiones, digámoslo casi “Offsohore”, pues escapan prácticamente a todo contralor estatal real, efectivo y por supuesto tributario, aunque con el “valor agregado” de seguir operando dentro de fronteras. Un emprendimiento –el de esa Universidad privada- al que, como otros de naturaleza tan “espiritual”, nunca tendré suficiente tiempo para arrepentirme... durante los años que me resten de vida, por haber acompañado en su gestación; ni por no haber evitado que mi hermano menor, volviera a caer en sus redes, etc. Años que, confío, sean los suficientes como para “desfacer” al menos parte de tantos y tantos entuertos.
3.2.- Colaboré en su ya algo lejano génesis... consintiendo formar parte del CENTRO DE ESTUDIOS MONTEFARO, de MIRADORES, etc.; otras residencias universitarias de las tantas “obras corporativas” del OPUS DEI. Lo hice sabiendo del objetivo estratégico en mente de sus dementes y silenciosos “cruzados”, a pesar de mantener más de una discrepancia de índole intelectual, académica y ética. Discrepancias que fueran ahondándose, lustro a lustro, década tras década.
A modo meramente enunciativo: ya era “evolucionista” cuando cursara mis estudios preuniversitarios en el JUAN XXIII, de los Salesianos, mientras allá todavía imperaba (y aun persiste, aunque encubierto) un trasnochado “Creacionismo”, tanto o más militante, aunque más sutil y por ende más peligroso, que el de los evangélicos norteamericanos. Tampoco resistía, ni resisto, a la tentación de leer cuanto libro se prohíba; sea por la Prelatura o por quien se ponga de Inquisidor, sabedor de la formal suspensión desde 1966 del Index Librorum Prohibitorum et Expurgatorum por Roma, etc. En fin “contradicciones mías”, si se quiere, no estrictamente imputables a la Secta en sí, en donde todo, absolutamente todo, puede encontrarse lógica y aristotélicamente ordenado... para quien guste del “rigor mortis” mental. Un “Nuevo Orden” del que, advierto, puede costar “sangre, sudor y lágrimas”, mucha “sangre, sudor y lágrimas” poder liberarse. Me embarcaron allí siendo uno de los primeros párvulos del OPUS DEI, tras su desembarco en Montevideo... y recién con 55 años descubro, como gustan llamarla, mi “vocación” en la vida: luchar por defender a otros de tales sectas. Dar testimonio de lo que realmente ha sido y es el OPUS DEI...
4.- Conversando, pues, con el Prof. Dr. Mariano R. BRITO, salió al tapete Dan Brown, por el éxito de ventas de aquel momento, su CODIGO DA VINCI... quede un poco sorprendido por la confirmación de algunas sospechas...
4.1.- Ha de haber sido la última de muchísimas charlas peripatéticas que mantuviéramos, transitando por las calles del balneario “La Floresta”... o del Parque de Los Aliados, cuando trabajáramos juntos, por ultima vez, dentro del Ministerio de Defensa Nacional. Fue durante las últimas vacaciones de estío, que pasáramos realmente juntos, como desde que yo naciera... aunque, debo decirlo, en medio de una "calma" ya algo tensada; por un cúmulo de simules, de actitudes quizá muy “romanas” pero más “piláticas” que propiamente “cristianas”, con las consiguientes depresiones, suicidios y muertes en el seno de nuestra familia. Un cúmulo de circunstancias que, adelanto, imputo a los devastadores efectos de esa Secta... sobre las cuales no distraeré aquí y ahora al lector.
Solo diré que si ahora escribo cuanto escribo, digo cuanto digo... es por haberse postergado una y otra y otra vez, una conversación franca, abierta, sin censuras ni calificativos, sobre ese cúmulo de circunstancias que conmovieran hasta los cimientos de la vida familiar. Sobre hechos y nada más que hechos, a la que nos convocáramos... pero que, no precisamente por omisión mía, falta de paciencia o temor, he de suponer nunca se llevará a cabo. Tan postergada que en mi penúltima conversación, telefónica aunque nos vemos cuando visita a mi madre, no pude evitar decirle que cortaría, y: “tío, nos veremos en el Inferno”. Mi padrino aseguró que yo no iría al Infierno, cosa que no sé si existe o no... aunque si sentíera que sinceramente me cree salvo. Bueno, a lo mejor termine siendo verdad lo del Refranero... Luego de mucho, muchísimo tiempo y soportar mil y una condenaciones, de diestra y siniestra, arriba, abajo y al costado, volví a sentir –para mi bien y para mi mal- aquel extraviado o desvirtuado lazo de fraternidad paterno-filial, que nos vinculara tan intensamente. Incluso en sus horas más duras, amargas y solitarias. Horas en las que siendo el primer Ministro del Opus; como Secretario de Defensa Nacional en un Gobierno conservador, al cual yo, batllista, socialdemócrata, no eligiera pero apoyara en “la soledad del Poder”... en horas de profundas crisis institucionales para la recién recuperada Democracia uruguaya, soportando juntos andanadas provenientes, incluso, desde las propias canteras mediáticas y castrenses de “La Obra”
*.
Debo haber sido, como el amable lector intuirá, comprenderá, de los primeros en leer el CODICE en Uruguay, y mi impresión inmediata fue –y sigue siendo- que ese afamado y cinematográfico opus, a lo sumo apenas rozaba al verdadero y real OPUS DEI. Que allí, como no pocas veces suele ocurrir, la realidad supera –por lejos- a la imaginación Pronto descubrí que mi análisis no era muy original... Aunque si lo fuera percibir que, por el contrario, fungiría como una especie de gran campaña mediática, gratuita... en provecho y no en contra de “LA OBRA”; por aquello de la curiosidad, que tanto caracteriza a todos...
Un rasgo tan humano, que aparece no bien comienza el Génesis: “...De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal, no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás...”(2: 16-17). Mutatis mutandis, me trajo a la mente aquella otra campaña propagandística de la “contra- inteligentzia” nazi, que difundiera la falsa versión de la fabricación de jabón con las victimas del Holocausto. Ocurre que nuestra psiquis puede ser fácilmente despistada, saturándola: si en vez de intentar resistir tal o cual versión, verídica, se la extrema, llevándola a las situaciones menos racionales, impensables, inimaginables... nuestra razón puede llegar a traicionarnos.
4.2.- Pues bien, para mi sorpresa, mis sospechas pronto se confirmaron, al oírle reconocer que el tan publicitado CODIGO, que por momentos hasta hiciera resurgir de sus cenizas al mismísimo INDEX, con amenazas, simples amenazas difundidas “urbi et orbi” por todas las iglesias,
“... lejos de perjudicar a “LA OBRA”... le había favorecido...”, pues “... todos querían saber de que se trataba...”(Sic, Prof. Dr. Brito, M. dixit).
Quizá se comprenda mejor, ahora, la razón por la cual
“el portavoz del Opus Dei, Marc Carrogio, hizo "una declaración de paz" []hacia las personas detrás del El código Da Vinci...” (ZENIT, 2006-01-12; "
DA VINCI CODE"- A BLESSING FOR OPUS DEI? 5 No obstante, entre simpatizantes y aún católicos desconformes con la "mens" y "opera" pre-conciliar del OPUS DEI, han surgido quienes “... indican que "la tergiversación de creencias cristianas en El código Da Vinci es tan agresiva y continuo que la única conclusión es que es un resultado de una ignorancia deliberada o una malicia determinada".
-III-
5.- Días atrás, en medio de una conversación entre amigos, un conocido escribano del medio, que ingresara a la Presidencia cuando Brito fuera designado por el ex Presidente LACALLE como el primer Ministro del OPUS en Uruguay (1990-93), quedé estupefacto con un “argumento” en contra de Dan Brown.
Según XALAMBRI,, el autor “... no conocía nada del OPUS DEI, pues dentro del mismo no hay monjes, como SILAS” (Sic).
Por más que le hiciera ver su error, siguió insistiendo en que dentro de “LA OBRA” sólo existían sacerdotes, numerarios, supernumerarios, auxiliares y colaboradores. Recomendé, entonces, al viejo Escribano de la Presidencia del Dr. LACALLE, que leyera los Estatutos de la “Praelatura, quae Sanctae Crucis et Operis Dei” (tal es el nomen iuris correcto del mal llamado OPUS DEI, según el original registrado el 28/11/982, ante LA SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LOS OBISPOS), pero, dudo lo haya hecho. Al saber de quien era sobrino y ahijado, con esa obstinación tan característica de sus acólitos, solo atino a decir que no me creía, que consultaría con tío... y hasta insinuó algún otro “rezongo fraterno” que me vendría...
5.1.- He ahí uno de los aspectos más perversos de “LA OBRA”, que la distancian profundamente de toda la Historia de la Iglesia: nunca antes hubo comunidad católica alguna, en donde –por ejemplo- un salesiano pudiera ser, al mismo tiempo, monje benedictino, jesuita o del clero secular... o viceversa. En cambio, he aquí la más brillante y astuta idea jurídica del Dr. José Ma. Escrivá, en su “OBRA” esto sería consentido desde el principio, a pesar de la originaria prohibición expresa de 1928, del primitivo reglamento de la Asociación –esa sí- llamada OPUS DEI. Una “prohibición” que solo fue estampada en aquel primer Reglamento, por meras razones tácticas, para no agravar los rechazos del Vaticano; pero que siempre fue letra muerta dentro de la Asociación, cerrándole el paso –secreto mediante- a todo el episcopado del mundo y a la mismísima Santa Sede.
En efecto, “A la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz pueden también añadirse, como asociados cooperadores, otros clérigos encardinados en alguna diócesis, que prestan apoyo a la Sociedad con su oración, limosna y, si pudiera hacerse, con el propio ministerio sacerdotal de cada uno” (Art. 43 y concordantes del Estatuto vigente, desde 1982: v. arts. 38 a 42 inclusive).
5.2.- Ergo, el imaginario Monje SILAS, existente sólo dentro de la mente de Dan Brown, es una ficción más de su famoso éxito de ventas... pero no lo es el hecho de poderser monje, sacerdote del clero o cualquier otra congregación. Estas esquizofrenias teologales o “vocacionales” según la mecánica interna del OPUS DEI, existen y existieron desde los albores de “LA OBRA”. He aquí el único “aporte” realmente innovador, revolucionario, del Dr. José María Escriba: Concebir que monjes y sacerdotes de otras órdenes o congregaciones, igualmente pertenecer a la Prelatura.
Así pues, uno puede estar creído, por tanto, de tratar –pongamos un caso aparentemente imposible- con un jesuita, al que vulgarmente se presupone enemigo o adversario acérrimo del OPUS DEI, empero estar ante un sacerdote que también integra “... la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz...”, sin siquiera saberlo el Papa Negro o las jerarquías de la otrora poderosa “Compañía de Jesús”.
5.3.- Por supuesto, lo mismo vale, con mayor razón y liberalidad, para los laicos vinculados a cualquier otra comunidad católica. Peor todavía, los enmarañados Estatutos que, finalmente, transformaran a la Asociación del OPUS DEI en la “PRAELATURA, QUAE SANCTAE CRUCIS ET OPERIS DEI”, que podría abreviarse como “OPERIS DEI” y no ya “OPUS DEI” (“...breviato autem nomine Operis Dei… », dixit), también admite creyentes de otras religiones: “Hay también quienes se encuentran lejos de la casa paterna de diversas maneras, o no reconocen públicamente la verdad católica, que prestan ayuda al OPUS DEI con el propio trabajo y con limosnas. Estos, por derecho y mérito, pueden también ser llamados Cooperadores del OPUS DEI... ” (Estatutos vigentes, Art. 14 § 2).
Para despejar exégesis equivocas, prosigamos: “Todos los fieles de la Prelatura, con su oración, su sacrificio y su conversación deben trabajar con estos Cooperadores de tal manera que por la intervención de la Beatísima Virgen, consigan para ellos, de la misericordia divina, la luz inagotable de la fe, y les atraigan suave y eficazmente a las costumbres cristianas” (ídem); por todo lo cual, ni cristiano se necesita ser, para poder integrar el OPUS DEI.
De hecho, he podido conocer a prestigiosos profesionales ateos, pero muy estrechamente vinculados a LA OBRA desde mediados de los 70. Socios, que, teniendo a la vista el Estatuto vigente, también son “cooperadores” del OPUS.
Es más, dentro del trascripto Art. 14 § 2 pueden entrar, y me consta han entrado, hasta algunos legisladores y autoridades de nuestra Izquierda. Incluso algunos “batllistas” (eso sí, más neoliberales que socialdemócratas), judíos y hasta masones, de baja graduación... Tal es el caso, entre otros, del “Socialismo” uruguayo, que –dicho sea al pasar- arrastra una carga histórica muy peculiar: la de haberse dado el lujo de expulsar al fundador del PS, el ex Decano de la Facultad de Derecho, Don Emilio Furgoni... uno de los pilares de la izquierda y del socialismo sudamericano...
-IV-
6.- En rigor, dentro del pensamiento del astuto jurista y tan “modesto” fundador de “La Obra de Dios”,
sólo los agnósticos quedan -ipso facto- fuera de ella; condenados, no sin fundamento alguno, por que sí, sino por el cartesianismo y racionalismo que suele acompañarles. Una actitud por ellos entendida, no sin motivos, como la más irreconciliable adversaria del teísmo6.
Si bien durante largo tiempo imperó dentro de la Asociación un hermetismo casi total, que en parte se ha aligerado para ciertos asociados notoriamente pertenecientes a “La Obra”, persiste en sus secretismos. Para los demás, entre una u otra categoría social, y de modo particularmente intenso, en provecho de aquellos que aún pueden, tienen o deben pasar desapercibidos; incluso por imperio de esas peculiaridades estatutarias “sui generis” de la “Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz”... dentro del seno de la propia Iglesia católica.
A modo de conclusión, resulta evidente que
una Sociedad de tales características, carente de patrimonio a nombre propio, pues todos sus activos se encuentran dispersos en aparentes asociaciones civiles, que en los hechos operan fuera de todo contralor real de los poderes públicos, bajo un hermetismo prácticamente impenetrable, con votos, promesas o juramentos secretos, de la cual no puede salirse con la misma facilidad con que se entrara, etc., resulta –como lo denunciara JFK-repugnante para una democracia republicana:
“...La misma palabra “secreto” es repugnante... en una sociedad libre y abierta... Y nosotros somos como personas intrínsecamente e históricamente opuestos a las sociedades secretas, a los juramentos secretos y a los procedimientos secretos. Decidimos hace tiempo, que los peligros de la ocultación excesiva e injustificable, sobrepasan de lejos los peligros que se citan para justificar tal ocultación...”71 http://www.um.edu.uy/universidad/noticias/528_Jornadas-academicas-en-homenaje-al-Dr.-Mariano-Brito/2 Fue la última ocasión en que ejerciera como abogado... ante un Tribunal de Familia montevideano; de la Dra. Alicia López, a quien que sólo agradecí por cortesía y deferencia hacia mí patrocinado, solicitándole, eso sí, entrar de inmediato al objeto del Proceso (Sic). Y si lo traigo a colación es por evidenciar, mejor que muchas otras teorías o palabras (junto con las “JORNADAS ACADEMICAS en Homenaje al Prof. Dr. Mariano Brito”, organizadas por nuestro Tribunal de lo Contencioso Administrativo), el peligroso grado de penetración, que la “LA OBRA” ha adquirido dentro de la mismísima Judicatura. Un Poder que, empero, según el comentario popular, continuaría en manos de la Masonería; aunque –me consta- también ha caído bajo el hipnotismo, encanto, disuasión o fuerza del OPUS DEI,
3 http://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Personas_del_Opus_Dei4 Seudo“Asociaciones civiles” que como otras de su especie, aparenta ser “sin fines de lucro”, gracias a las lagunas y resquicios normativos y sobre todo consuetudinarios del sistema feudo-capitalista contemporáneo, que impera de facto por casi toda Sudamérica.
*
“TRAGEDIA Y EPICA AL HABLAR DEL OPUS DEI”, en http://www.hugopermuy.blogspot.com/ , en donde se exponen algunas de esas tensas jornadas institucionales... y las admoniciones en contra de cualquier ataque a “La Obra de Dios”...
5 “EL CODIGO DA VINCI: UNA BENDICIÓN PARA EL OPUS DEI?”, v
http://www.zenit.org/article-14988?l=english6 SAVATER, Fernando, en ciclo “DEMO vs TEO”, “...ateo es una palabra que está dentro del mundo religioso. No tengo porque ser ateo, lo mismo que no tengo por que ser marcianista o antimarcianista...”
http://www.youtube.com/watch?v=ctv3jJteXnA&feature=PlayList&p=5DB724A6924638E0&playnext=1&playnext_from=PL&index=527 KENNEDY, John F. –Discurso “EL PRESIDENTE Y LA PRENSA”, New York, 21 de abril de 1962:
http://www.youtube.com/watch?v=kDsqv2qclwQ&feature=relatedhttp://www.youtube.com/watch?v=ru71aSygXOk&NR=1http://www.youtube.com/watch?v=Cy_xq5_M8yE&hl=es